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Posible efecto de la materia oscura sobre la formación de las primeras estrellas.

  • dmendicini
  • 2 mar 2018
  • 2 Min. de lectura

El radioespectrómetro EDGES, con el que se ha detectado la señal de las primeras estrellas del Universo, instalado en el observatorio de radioastronomía Murchison, en Australia Occidental.


Afirmaciones extraordinarias requieren evidencias extraordinarias, incluso si se publican en Nature. La pequeña antena de ondas de radio EDGES (Experiment to Detect Global EoR Signature), en MRO, Australia, ha observado por primera vez una señal de las primeras estrellas (población III) predicha por los modelos teóricos. Centrada a 78 MHz, con una semianchura de 19 MHz y una profundidad de 0,5 kelvin, esta señal tiene una relación señal-a-ruido (SNR) de 37. Sin embargo, su intensidad es entre 2 y 3 veces mayor de lo esperado a unas 3,8 sigmas. Hay que ser muy cauto con esta observación.

Toda señal inesperada y sorprendente publicada por una pequeña colaboración (solo cinco astrónomos) recuerda al fiasco de BICEP2 y los modos B de origen inflacionario. Esta señal podría estar dominada por incertidumbres sistemáticas (sesgos involuntarios en el análisis de datos). La confirmación en los próximos años de esta señal es imprescindible. Habrá que estar al tanto de los resultados de LEDA, SCI-HI, PRIZM y SARAS 2; también de los de HERA, LOFAR, MWA, LWA y SKA–LFAA. La confirmación o su refutación tardará varios años en llegar. Mientras tanto la cautela es la única opción razonable.

Si se confirma la señal implicaría que las primeras estrellas se habrían formado a los 180 millones de años tras el big bang, rodeadas de un gas de hidrógeno enfriado más de lo esperado. También se publica en Nature una explicación teórica a este misterio. Este enfriamiento sería causado por la interacción entre los bariones y la materia oscura. Quizás demasiado bonito para ser cierto, pues hay otras explicaciones menos exóticas. En su caso se trataría de una partícula de tipo WIMP de baja masa, menor de 4,3 GeV/c² con una sección eficaz de interacción con los nucleones de unos σc > 4,2 × 10−43 cm². Por debajo de los límites de exclusión actuales, dejará de estarlo en los próximos años.

Mas informacion en: DR VILLATORO.


 
 
 

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